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¿Cuál es el impacto del estrés por calor en las cerdas?

¿Cuál es el impacto del estrés por calor en las cerdas?

Lallemand Animal Nutrition presenta un mapa actualizado del riesgo de estrés por calor para cerdas en Europa y algunos territorios de Asia. Los resultados indican que, durante el verano, las cerdas lactantes podrían pasar del 23% al 90% de su tiempo por encima de su umbral de estrés por calor (25 °C), lo que podría ocasionar pérdidas de ingesta de pienso desde 655 g/día a más de 2 kg al día.

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¿POR QUÉ VALORAR EL ESTRÉS POR CALOR?

La neutralidad térmica para los cerdos es de 18 °C. Su sistema de termorregulación hace que las cerdas sean sensibles al estrés por calor y su impacto aumenta con el tamaño del animal. Por encima de 25 °C, las cerdas sufren de estrés por calor. La combinación de temperatura cálida y humedad tiene varias consecuencias fisiológicas, como son la reducción del rendimiento reproductivo y reducción de la ingesta de pienso, lo que se traduce en menor producción de leche y perjudica el crecimiento de los lechones.

UN ANÁLISIS BASADO EN CADA GRANJA

Para evaluar la situación y el impacto del estrés por calor a nivel de granja, los datos meteorológicos no son suficientes o relevantes para el manejo del ganado porcino en el interior de la explotación. Lallemand Animal Nutrition realizó seguimientos en diferentes explotaciones en Europa y Asia, usando sondas de temperatura colocadas dentro de las salas de partos, para registrar la temperatura y la humedad en las condiciones reales de las cerdas. Este método permitió un cálculo más preciso del porcentaje de tiempo pasado en condiciones de estrés por calor. Basándonos en la literatura científica, estos datos podrían correlacionarse con pérdidas potenciales en términos de consumo de pienso.

Los resultados muestran que el estrés por calor puede estar presente en cualquier lugar, desde las regiones mediterráneas hasta los Países Bajos o incluso el norte de Alemania, y los casos de estrés por calor no se limitan al verano. Por ejemplo, en Alemania, se registraron condiciones de estrés por calor en Octubre, con pérdidas de rendimiento asociadas, mientras que la temperatura externa de promedio fue de 11 °C. Por lo tanto, el estrés por calor no es solo cuestión de clima: se trata de las condiciones de la granja y el medio ambiente, los alojamientos y el manejo específico de la granja.

EfECTOS DE UNA LEVADURA VIVA

Los enfoques nutricionales, la adaptación de la dieta y el uso de aditivos para piensos, pueden ayudar a las cerdas a lidiar con el estrés por calor. Varias pruebas han demostrado los beneficios de equilibrar la microbiota intestinal de las cerdas con una levadura viva. Recientemente, el Profesor Bruno Silva de la Universidad Federal de Minas Gerais en Brasil, realizó una prueba con Saccharomyces cerevisiae var. boulardii CNCM I-1079 (LEVUCELL SB) en cerdas lactantes.

Él explica que: «Dentro de los enfoques nutricionales para controlar el estrés por calor, una hipótesis es que, si pudiéramos mejorar la salud intestinal y mejorar la eficiencia de la digestión, probablemente podríamos mejorar la absorción de nutrientes y la calidad de la leche. Por lo tanto, llevamos a cabo una prueba con la levadura viva S. cerevisiae var. boulardii CNCM I-1079. Observamos que las cerdas suplementadas con la levadura probiótica mejoraron su producción: los lechones fueron más pesados con mayores pesos al destete. Al observar la composición de la leche, vimos un perfil de ácidos grasos más alto, lo que indica que los lechones se beneficiaron claramente de la mejor salud y función intestinal de la cerda, lo que conduce a una mejor absorción de nutrientes y, en consecuencia, a una composición de la leche mejorada».

Las pruebas en granjas realizadas con cerdas en jaulas de maternidad confirman beneficios similares: aumento de la ingesta de pienso de las cerdas, reducción de la pérdida de peso corporal durante la lactancia, lo que se traduce en un aumento de la ganancia media diaria de los lechones en pre-destete. Por lo tanto, la levadura viva S. cerevisiae var. boulardii CNCM I-1079 podría representar una herramienta valiosa para ayudar a aliviar el costo del estrés por calor en la producción porcina y complementar otras estrategias de reducción de calor.

Más información en el video (inglés): https://youtu.be/10x11T2jVQU

Published May 13, 2018 | Updated Jun 1, 2023

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